"Para mí, el cine son cuatrocientas butacas que llenar"
| Alfred Hitchcock

domingo, 8 de febrero de 2009

Telebasura

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Llevamos ya muchos años, aproximadamente desde principios de la pasada década, oyendo hablar del término telebasura, un modelo televisivo imperante en la mayoría de los medios privados generalistas caracterizada por explotar el morbo, el sensacionalismo y el escándalo como palancas de atracción de la audiencia.

A medida que la televisión ha ido paulatinamente convirtiéndose en una de las manifestaciones básicas de cualquier sociedad, una especie de columna vertebral comunicativa, asistimos al hecho preocupante de que sus objetivos fundacionales, propios de cualquier medio de comunicación: informar, educar, culturizar y distraer o entretener, van desdibujándose cada vez más, dando paso a una forma de simple entretenimiento de dudoso gusto y dirigido por sus contenidos a un público cada vez más reducido en el que en muchos casos no se encuentran los niños, los grandes damnificados de las agresivas técnicas que se utilizan.


El caso es que este modelo parece andar en horas bajas, aunque sea el más utilizado, y es que la audiencia se ha empezado a cansar y a darle la espalda. El gran ejemplo lo tenemos diariamente en Telecinco, el gran líder de la telebasura española. Y es que la que ha sido durante los últimos años la empresa más rentable de Europa -de cualquier sector- y que sigue cosechando grandes beneficios ha visto cómo ha perdido su posición de liderazgo de años atrás en favor de otras cadenas, como es el caso de TVE, con contenidos más parecidos a los que se pensaron para la televisión en sus inicios.

El mandamás de Telecinco, el italiano Paolo Vasile, ya se ha mostrado bastante beligerante en los últimos tiempos con sus competidores viendo la situación de su canal, entre otros con La Sexta -que tiene prohibida la emisión de imágenes de Telecinco- y con la que se ha fijado una posición de odio profundo viendo cómo le ha ido quitando audiencia, sobre todo después de que el canal de Emilio Aragón le arrebatase la emisión de la Fórmula 1, una de las grandes fuentes de ingresos de Telecinco. Otro canal sobre el que también se ha pronunciado es TVE, volviendo a sacar el debate de la doble financiación -subvenciones y publicidad-, lo que tacha de competencia desleal, aunque en este tema habría que hacer un estudio sobre los contenidos por los que la cadena de Vasile saldría perdiendo.


En tiempos de bonanza, el mismo Vasile inflaba el pecho arremetiendo contra sus competidoras diciendo que un canal que no supera el 20% de audiencia no puede ser considerada generalista, aunque ahora en tiempos de vacas flacas no se ha pronunciado después de que Telecinco ha hecho un 16,2% en diciembre, un 15,6% en enero, y en el primer día de febrero, el dato más bajo de su historia, un 10,3%, un ejemplo claro de que la audiencia se ha cansado del modelo de telebasura agresiva que ha llevado a cabo.

Ahora habla de que ese modelo de televisión agresiva ha muerto y va a apostar para recuperar su audiencia con personajes como Risto Mejide, un habitual de esos programas que tan mal le han resultado, o Javier Sardá, uno de los padres de la telebasura nacional. Veremos cómo le sale el experimento mientras otros canales ya han apostado por cambiar el modelo por aquél que la televisión nunca debió perder.
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Publicado en Diario de Ávila (09-02-2009)