"Para mí, el cine son cuatrocientas butacas que llenar"
| Alfred Hitchcock

jueves, 30 de septiembre de 2010

¡Hasta siempre señor Curtis! Y gracias...


Nos ha dejado un clásico de Hollywood, un actor polifacético que nos ha hecho reir frente a la gran pantalla con películas tan clásicas como Con faldas y a lo loco, o vibrar con otras como Espartaco. Sí, hoy nos ha dejado Tony Curtis y no sólo la factoría norteamericana del cine lo llora, sino que las lágrimas son hoy patrimonio de todos los cinéfilos del planeta.

Curtis nació hace 85 años en la ciudad de Nueva York en un caluroso tercer día de junio, en una época llena de historia, con la famosa crisis del crack de 1929 a las puertas. Era hijo de Emmanuel y Helen Schwartz, una familia de judíos húngaros que vivían en el barrio del Bronx, famoso por aquel entonces por ser cuna de inmigrantes y gente de pocos recursos y que también lo fue de este maravilloso intérprete célebre por su físico de galán y su acento típicamente neoyorkino.


Su currículum fue envidiable, actuando en más de un centenar de películas entre los años 1949 y 2008, pero, sin duda, su nombre quedará ligado a su interpretación en la película dirigida por Billy Wilder Con faldas y a lo loco, en la que compartió reparto con otros dos clásicos del cine de Hollywood como Jack Lemmon y Marilyn Monroe.

En 1949 se daba la irrupción de Tony Curtis en el mundo del séptimo arte con El abrazo de la muerte, de Robert Siodmak, y a partir de ahí fue creciendo como actor y quitándose de encima el lastre de ser considerado como otro simple "guapo y apuesto" actor de la meca del cine demostrando su talento en películas de la talla de Chantaje en Broadway, con Burt Lancaster, y en su papel de un prófugo encadenado a Sidney Poitier en Fugitivos, que le valió una nominación a los Óscar.


Su historial incluye títulos míticos como Espartaco de Stanley Kubrick, Trapecio de Carol Reed, El último magnate de Elia Kazan, La semilla del diablo de Roman Polanski (donde sólo puso su voz), Su alteza el ladrón, de Rudolph Maté, Los Vikingos, de Richard Fleischer, junto a Kirk Douglas, y El Conde de Montecristo, de David Greene, además de trabajos en televisión, como en la serie Los Persuasores, junto a Roger Moore.

Sus últimas apariciones en el cine se dieron hace sólo dos años, en 2008 en las películas David & Fatima, dirigida por Alain Zaloum y en The Jill & Tony Curtis Story, de Ian Ayres, en la que se revisa precisamente la trayectoria y la vida gratificante o no, según se mire, del maestro Tony Curtis.


Hoy, desde aquí, desde este pequeño y humilde rincón de la red de redes no quiero dejar la oportunidad de hacer mi pequeño homenaje para este grandisimo actor que ha sido y será uno de los grandes iconos del cine norteamericano y mundial y uno de esos personajes que han convertido a Hollywood en lo que es, la meca del cine. ¡¡Hasta siempre señor Curtis!! Y gracias...



Rodaje del spot ‘¿Y tú para qué actúas?’


El fin de semana del 30 y 31 de enero de 2010 la Residencia Universitaria Arturo Duperier de Ávila, acogió el rodaje del spot ¿Y tú para qué actúas?, un proyecto puesto en marcha por parte de la propia dirección del centro, dependiente de la Junta de Castilla y León, bajo el nombre de Proyecto Dupecine, que fue dirigido por el abulense Jesús del Caso, un actor que se pone por primera vez detrás de las cámaras a la espera del rodaje de su primer corto, previsiblemente este mismo año.

En este trabajo, en el que se contó con importantes medios técnicos (sonido, cámara, iluminación, decorados, etc.) se contó como actores con los propios residentes del centro, además de con profesionales del medio como fueron Rubén Arroyo, presidente de la Asociación Juvenil Claqueta, como Ayudante de Dirección, Eduardo San Segundo, de la Productora Zenytal, como cámara; Luís A. Sánchez, como Director de Fotografía; Cristina Sánchez, en maquillaje y peluquería; Rubén Sánchez, como Jefe de Sonido; y yo mismo, como Jefe de Producción


El proyecto, que trata el tema de la prevención ante el consumo de tabaco y de alcohol entre los jóvenes, se dividió en tres fases. La primera de ellas referida al desarrollo de la idea y a la formación del equipo de trabajo. En este primer punto se puso en marcha la idea y se hizo el estudio de viabilidad pertinente, se buscaron los medios humanos y técnicos, la gestión de los recursos materiales, se montaron los decorados y se empezó a trabajar en la búsqueda de posibles actores.

Este trabajo de unos dos meses de duración dio como resultado las dos intensas jornadas de rodaje del pasado fin de semana. El sábado por la mañana, Jesús del Caso duio clases de interpretación para los residentes que participarían posteriormente en el spot. Ya por la tarde se hizo el casting para repartir los papeles y se empezaron a rodar los primeros planos, aunque fue la jornada del domingo cuando se dedicó por entero al rodaje que se alargó hasta altas horas de la madrugada.


La tercera fase, la posproducción, que se alargó hasta el mes de marzo. En ella se puso en marcha este spot de unos 20 segundos de duración, además de un making off, en el que se muestra el trabajo de todos los participantes en estas dos intensas jornadas.

El objetivo final, como en todo producto audiovisual, es el de la difusión, que comenzó en el mes de marzo después de su presentación y que será gestionado por la Junta de Castilla y León a través de la televisión autonómica. Aquí podéis ver el producto terminado, dos promos que espero que os gusten:



XVII Magíster en Producción Audiovisual de la Universidad Complutense de Madrid


La decimoséptima edición del Magíster en Producción Audivisual que imparte la Universidad Complutense de Madrid ha sido la vía que finalmente he encontrado como más fiable para comenzar a entrar dentro del mundo de la producción alejándome de lo que hasta ahora ha sido mi vida profesional: el periodismo.

Durante todo un año, junto a 21 compañeros de toda España y algunos llegados de nuestras hermanas tierras de Latinoamérica, haremos un recorrido por todo lo que hay que saber para dedicarse al mundo de la producción a través de un buen número de asignaturas entre las que dstacan la economía, el derecho y la tecnología audiovisual, pero que se completa con conocimientos de todo el conjunto de este gremio, con estudios de guión, dirección o realización en cine y televisión, entre otras cosas…


Durante el curso tendremos que hacer dos importantes trabajos audiovisuales: un magazine, en el que rodaremos con cámaras de televisión ENG cuatro bloques: un contenedor y tres espacios de humor, documental y música; y un cortometraje en 35 mm. Todo esto unido a numerosas visitas a empresas del sector y a prácticas veraniegas en alguna importante empresa relacionada supondrán mi incursión en este mundo de la producción del que ya os iré informando en próximas entradas…

miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿Un duro golpe para el cine español?


Parece que este año las cosas para el cine español han ido sobre ruedas con buenos resultados en taquilla. Películas como Celda 211, Ágora, Spanish Movie o Los Abrazos Rotos, se han embolsado una buena cantidad de millones a través de la red de salas de nuestro país, e incluso en el extranjero. Pero estos cánticos de sirena para la industria cinematográfica patria se han visto empañados por dos hechos que han dado lugar a que la desconfianza se cierna entre todos los profesionales de este medio.

El primero de ellos fue el anuncio hace un mes de la Comisión Europea de que, ante la situación de crisis que estamos viviendo, se bloqueaban las subvenciones para los rodajes a comienzo del año 2010 por tiempo indefinido. El segundo, ha llegado hace apenas un día, cuando el Tribunal Supremo ha planteado una cuestión de inconstitucionalidad contra la ley que obliga a las televisiones a invertir un 5% de sus ingresos en producciones españolas y europeas cuando se cumplen 10 años desde que en 1999 el gobierno de José María Aznar lo pusiera en marcha y después de una dura pugna por parte de la Uteca, organismo que agrupa a las seis cadenas privadas de ámbito nacional.

Ya han sido muchas las voces en contra de esta cuestión, sobre todo dentro del mundo de la producción, porque han visto que ante esta situación “el cine español no sobrevivirá”.


Uteca tiene gran parte de razón en sus alegaciones, ya que, como bien dicen, en otros sectores empresariales no se realiza un intervencionismo como el que sucede con las televisiones. El hecho de que por ley se obligue a estas empresas privadas a destinar parte de sus ingresos a un fin totalmente distinto al que ellos pueden tener dentro de su plan de trabajo y sus negocios, les supone gastos que han cifrado en casi 1.000 millones de euros desde que se puso en marcha la ley, aunque también es cierto que las televisiones han ejercido a través de esto como productoras o como las cadenas con prioridad para emitir las producciones cinematográficas. Este último punto podría quitar cierta leña al fuego encendido por Uteca, aunque no quiere decir que esto deba imponerse por ley, sino que, como con el resto de las empresas, se le permita libertad de movimientos y libertad para realizar sus inversiones.

Para las productoras sí que supondría un gran revés, ya que el dinero procedente de las televisiones, más el de las subvenciones, ayudan en gran medida a la hora de poner en marcha películas con mayor confianza, ya que ellas tienen menos dinero que invertir y que arriesgar. Parece que el modelo norteamericano de las grandes productoras y del cine comercial no tiene cabida en nuestro país, pero sería cuestión de planterselo, de hacer cine más comercial, que paralelamente también ayude a hacer un cine más independiente y de calidad.

No sólo es cuestión de plantearlo desde la base, sino también a la hora de ofrecérselo al gran público, que aún tiene esa idea preconcebida de que el cine español es malo, idea que por suerte se va revirtiendo poco a poco, como demuestra la taquilla, en gran medida gracias a un aumento en la calidad de las producciones, trabajando en nuevos géneros, como la animación, el terror o la comedia -no sólo el típico drama o las películas históricas de la Guerra Civil-.

La crisis también agrava la situación y cada vez cuesta más arriesgar en una industria tan poco fiable como es la cinematográfica. La situación de acomodo que se ha podido producir a través de tantas inversiones externas (ayudas) puede cambiar, y mucho, ante estos lances del destino que han llegado como un jarro de agua fría para la industria.


Si todo esto sale adelante, sin duda será un duro golpe para la industria del cine español, aunque habrá que estar atentos a cómo evoluciona la tramitación en el Parlamento de la Ley General Audiovisual (LGA), en la que se plantea continuar con esa cuota del 5%, ampliandolo al 6% para las cadenas públicas, con unas cantidades que deben destinarse a películas en un 60% en el caso de las privadas y un 75% en el de las públicas, con una participación que puede ser directa en la producción del filme o con la compra de derechos de antena.

Este es sólo el comienzo de un debate que va a dar mucho de qué hablar. Estaremos atentos.

Aprendiendo a ser actores


Terminando mi recorrido por los eventos pasados, el fin de semana del 12 y 13 de julio de 2008 tuve la oportunidad de estar presente en una de las actividades más interesantes organizadas para ese mes estival en la capital abulense: “Un verano de cine en Ávila”, en el que asistí al segundo fin de semana de un taller de interpretación que impartían las actrices Eva Pallarés y Vanessa Espín. El taller estaba organizado por la Asociación Juvenil Claqueta, a la que pertenezco, por lo que espero que mis palabras anteriores no suenen simplemente a autobombo, porque realmente fue una experiencia digna de vivir.

Es cierto que no puede participar como alumno, ya que no pude asistir al primero de los fines de semana del taller, pero me encantó estar presente como apoyo logístico y aprender de las lecciones que, a cada paso, Eva y Vanessa enseñaban a sus alumnos: doce en total, que terminaron su aprendizaje “con ganas de repetir curso”.

Desde aquí me gustaría agradecer el trabajo realizado por las dos actrices presentes en el taller, que pusieron todo su empeño en enseñar en el poco tiempo que tuvieron algunos de sus conocimientos en el campo de la interpretación, además de crear en algunos el gusanillo de convertirse en actores y actrices, además de que todos los alumnos, a los que hay que agradecer también su presencia, demostraron grandes dotes interpretativas y nos enseñaron cómo en una pequeña ciudad como Ávila también hay gente diferente al resto y con valor para ponerse delante de una cámara para representar diferentes papeles diferentes ajenos a su propia forma de ser y actuar.

Desgraciadamente, de forma paralela a este taller, tuvimos la mala suerte de no sacar adelante otro taller que teníamos organizado sobre guión y dirección de cine, que impartirían, en primer término, el director abulense Javier San Román, nominado este año al Goya al mejor cortometraje por ‘Proverbio Chino’, y a Luis San Román, también de raíces abulenses, que ha apoyado mucho a la Asociación Claqueta en las últimas actividades organizadas. De todas formas, el proyecto no quedará en el limbo y esperamos que en breve podamos disfrutar de él como ya lo hemos hecho con el taller de interpretación.


Eva Pallarés y Vanessa Espín

Eva Pallarés es actriz, cortometrajista, directora de casting… y entre sus trabajos destaca el largometraje Azuloscurocasinegro, de Daniel Sánchez Arévalo, cortos como La culpa del alpinista escrito por Julio Médem, Tutoría escrito por Eva, y codirigido junto a José Carlos Ruiz. Además también posee en su currículum varias colaboraciones en vídeo-clips: Colillas en el suelo y Tendremos que esperar, de Deluxe.

En cuanto a Vanessa Espín, es una actriz con amplia experiencia en teatro. Su último trabajo ha sido en Las Siamesas del Puerto, texto de Andrés Lima, y ha impartido clases en La Sala Cuarta Pared, La Dinamo, y en el Espacio Zuinda.

Objetivos del taller

Los objetivos del taller que disfrutamos en Ávila eran tres:

- Proporcionar información y asesoramiento profesional a cerca del casting, book, vídeo-book y demás necesidades básicas que necesita el actor principiante cuando inicia su carrera.

- Acercamiento a la técnica interpretativa más conveniente ante el objetivo de una cámara. No es lo mismo el espacio abierto de un escenario, que mantiene ciertas distancias con el espectador, que la minuciosidad con la que se retrata cada momento en cine. Efecto ampliación.

- Hallar las claves de una escena a través de su texto. Explorando las diferentes probabilidades que sugiere cada frase, cada silencio, cada segundo en plano.

Al final, todos los alumnos pudieron llevarse a casa una escena en la que participaron grabada, como práctica final del taller.

Desarrollo del taller

El taller se dividió en dos sesiones, repartidas en dos fines de semana con dos jornadas de trabajo por cada uno de ellos. De este modo, el primer fin de semana se llevó a cabo la presentación y reparto de las escenas. Después, se hizo una lectura de cada una, para asignar los personajes, buscando ya intenciones, conflicto…etc.


Las prácticas que se hicieron de cara a la grabación final en la segunda de las sesiones del taller fueron, básicamente a través de ejercicios de improvisación y ensayos de las escenas. Aquí se hacía una búsqueda de los personajes, motivaciones y conflicto a través del análisis del texto.

Desgraciadamente, no pude asistir, como ya explicaba a esta primera toma de contacto, en la que el apoyo vino de manos de otro de mis compañeros de la asociación, Rubén Arroyo, aunque sí pude estar en la segunda, y en la que no pudo estar Rubén, en la que se comenzó con un repaso de las escenas practicadas el fin de semana anterior y un análisis del trabajo realizado por los alumnos durante la semana, atendiendo las propuestas de cada uno, para después continuar con los ensayos previos y definitivos de cara a la grabación, para posteriormente que se pusieran todos delante de la cámara dando forma al trabajo realizado. Bajo mi humilde punto de vista, muy positivo.

Además de con las dos actrices, el taller también contó con la presencia del actor abulense José Ángel Capelo, un buen amigo, que estuvo presente apoyando a los alumnos y ayudando en todo mi trabajo durante los dos días que estuve.

Muchas gracias a todos y esperemos poder volver a vernos otro año que pueda volver a repetirse, cuando desde las instituciones se apoye más este tipo de iniciativas.